Esta postura es parcialmente lógica pero no podemos olvidar algo muy básico y es que los sonidos de un idioma son como las piezas de un piano, pulsando cada una de ellas se obtiene la melodía del idioma. Si no se tienen todas las piezas o si se sustituyen algunas por otras, la melodía es diferente e incluso puede llegar a ser irreconocible.
El idioma inglés: un piano de casi 50 piezas
Los sonidos que consiguen distinguir significados reciben el nombre de fonemas. Por ejemplo, palabras como “peso” o “beso” se distinguen porque hay dos fonemas diferentes que los distingue (/p/ y /b/). El inglés cuenta con alrededor de 44 fonemas (con alguno más en ciertos dialectos). De ellos, 20 son vocálicos. En cambio, el español es un idioma que tiene sólo de 22 a 24 fonemas según la variedad y sólo son 5 vocales.
Si sólo utilizamos las piezas de piano español, habrá muchas palabras que no puedan distinguir bien su significado. Por ejemplo, la diferencia entre la i breve y la i larga está presente en español pero existe en inglés. De esta forma distinguiríamos entre “to live” (‘vivir’) y “to leave” (‘salir’). Si sólo usamos el fonema español de i, no podríamos distinguir ambos significados. En inglés, la fonética es tan importante o más que la gramática.
Recursos para aprender a pronunciar en inglés
A la hora de la verdad, el proceso de aprender a pronunciar en inglés es igualmente complejo. El proceso de pronunciar tiene que ir paralelo al de la sensibilización auditiva. Distinguir sonidos es un paso conjunto al saber pronunciarlos porque tanto unos como otros forman parte del reconocimiento de los mismos. Las condiciones idóneas serían la de encontrar alguna academia de idiomas en la que se pudiera tomar clases particulares con profesores nativos.
En internet puedes encontrar ahora infinidad de recursos. El más novedoso quizás sea SpellUp, lanzado por el Google en el que gracias al reconocimiento de voz siempre se puede evaluar lo afinada que se encuentra la pronunciación.
Otro recurso que también ayuda a afinar la pronunciación, adquirir fluidez y mejorar la entonación para acercarla a una nativa es la del “shadowing”. Consiste básicamente en conseguir un audio y de lo que se trata es de intentar reproducir el discurso que se dice simultáneamente a cuando se dice. Como es lógico, es necesario que se disponga de la transcripción y una práctica constante. Esta técnica está especialmente aconsejada para niveles ya avanzados. Una página que a mí me gusta bastante es la www.elllo.org ya que ahí encuentras diálogos gratuitos divididos en niveles.
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